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jueves, 27 de enero de 2022

Efecto balón

 

El efecto balón.

Enseñanza basada en señuelos

 


Los humanos, nos diferenciamos de las demás especies del planeta por la capacidad creativa de analizar, inventar, modificar y adaptar el entorno a nuestras necesidades inmediatas. Desde la aparición en la faz de la tierra, nos hemos caracterizado por elaborar todo tipos de productos, desde los más sencillos hasta los más sofisticados e inverosímiles, entre los que destacan los juguetes, presentes en todas las culturas del mundo desde tiempos primitivos, vitales para la socialización de la especie; los cuales, hasta han generado esquemas de comportamiento colectivos. Existen muchos juegos y juguetes tradicionales propios de cada cultura, pero también existen aquellos que se han convertidos en universales y que forman parte del acervo cultural mundial. Uno muy particular es la pelota -bola con propiedades elásticas que se usa para el entretenimiento-, que es y será el juguete infantil por excelencia. Su capacidad única de desplazarse, rodar y rebotar bajo la acción del campo gravitacional terrestre y el aire circundante, ha permitido la estructuración de innumerables juegos como los de béisbol, fútbol, tenis, pimpón, entre otros.

         La pelota se ha integrado por completo a la escuela como herramienta pedagógica en las clases de Educación Física. Por consiguiente, una cancha escolar sin balón de volibol, futbol o beisbol, es como una escuela sin maestros, una iglesia sin sacerdote o  una arepa "reina pepiada" sin pollo y aguacate. Ahora bien, basta lanzar al ruedo un objeto tan elemental como la pelota, para aglutinar niños, adolescentes y hasta adultos a su alrededor, para emprender el juego dentro de los cánones establecidos. La pelota genera magia en su ambiente, encantamiento en los jugadores y espectadores, y entusiasmo, compromiso y afición, en cualquier espacio-tiempo donde se lance, gire y rebote. La pelota es el señuelo pedagógico por antonomasia y como tal, ejerce su función en la cancha escolar. Basta seguir la acción de cualquier actividad pedagógica en la cancha para darse cuenta de su importancia como recurso didáctico que llama y mantiene la atención de los estudiantes, y establece vínculos pedagógicos profesor-alumnos en la hora de clase de educación física. 

         De manera semejante debería transcurrir la acción en el aula de clase o el laboratorio. El docente debe ingeniárselas a fin de enganchar a sus educandos desde el inicio de clase con una actividad señuelo tipo pelota, independientemente del contenido a impartir. En particular, en las clases de Ciencias Naturales, un arreglo experimental sólo demostrativo, o con la incorporación de las mediciones, hace de perfecto señuelo. Por definición, cualquier contenido del área de ciencias, involucra cambios, fenómenos, procesos, transformaciones; de modo que la experimentación debería ser carta de presentación imprescindible de inicio en cada clase. Por ejemplo, tratar de explicar la densidad de los materiales sin mostrar experimentos donde se visualice, que líquidos menos denso flotan sobre los de mayor densidad, que bajo la acción de la presión sobre la superficie de la botella de plástico el ludión flota o se hunde; o tratar de enseñar sumas de fracciones sin visualizarlas ni recurrir al concepto de un medio, un tercio, un sexto de torta, o de un medio, un cuarto de litro, etc., con los elementos que nos brindan los espacios cotidianos, es desperdiciar la mejor oportunidad que dispone el docente para amenizar la clase e ensimismar al grupo en el tema que trata y discute en el momento.  

         Sin embargo, otra estrategia didáctica mucho más elaborada consiste en presentar un experimento donde el conocimiento previo del estudiante le permita construir su propio modelo para explicar la fenomenología que presencia, realizar una segunda revisión bajo lo establecido por el docente según los conceptos, teoría y leyes estudiadas; y finalmente, mostrarle un experimento trucado con arreglos disimulados, que se  contraponga al primero y contradiga los preceptos científicos conocidos por el estudiante. Posteriormente, bajo la orientación motivadora del docente, el estudiante debe realizar la revisión de su modelo hasta lograr una explicación acertada de lo que ocurre en el experimento trucado.

         Así por ejemplo, tras la búsqueda del diseño de una estrategia didáctica para introducir el concepto de flotación de cuerpos en líquidos, se recurre a un  primer acto donde se les presenta al estudiante un cubito de hielo flotando en un vaso de agua y se le orienta a reconstruir su propio modelo previo con base a la acción de las fuerzas que actúan y la condición de equilibrio establecida, hasta llegar a la comparación de las densidades de los materiales como causa del hundimiento o flotación; por consiguiente será necesario recurrir al tema de los fluidos y al hecho histórico cuando Arquímedes acuñó su famoso "eureka" por las calles de Siracusa.  En el segundo acto, se presenta un segundo vaso de agua con un cubito de hielo hundido, más un tercer vaso de agua con otro cubito levitando en la mitad. La experiencia nos manifiesta que todo cubito de hielo flota en agua; sin embargo, en los vasos segundo y tercero se da lo contrario: se hunde o levita. A partir de aquí se procede a reconstruir el modelo original o a averiguar qué cambios se introdujo en el nuevo sistema (cubo con agua) a fin de lograr la situación observada, que aparentemente contradice lo observado en el primer experimento. Esta estrategia didáctica, conocida como Enseñanza Problémica o enseñanza basada en contradicciones, refuerza la primera estrategia basada en el experimento clásico como señuelo único para introducir el gusanito de la curiosidad en la búsqueda de la construcción de explicaciones de comportamientos de la Naturaleza. Según Guanche A. "La situación problémica se define como un estado de tensión intelectual que se produce en el alumno al enfrentarse con una contradicción del contenido de enseñanza que, para él, en ese momento, resulta inexplicable con los conocimientos que posee acerca del objeto de estudio. La situación la crea el maestro al revelar a los estudiantes la contradicción"

         Por otra parte, consideramos que, la ciencia se debe enseñar bajo un enfoque abierto, flexible, contextualizado, y con una perspectiva inter y transdisciplinaria, compatible con los requerimientos de una escuela productiva e interconectada con el trabajo comunitario. A los educandos se les debe dar una buena formación para que puedan aplicar los procesos y conocimientos científicos y tecnológicos conocidos, para lograr la comprensión y transformación de su entorno social. La tarea del docente es enseñar la ciencia y la tecnología bajo la perspectiva del descubrimiento continuo y supervisado, donde el estudiante aprenda haciendo, redescubriendo, descubriendo y proponiendo alternativas que le faciliten la adquisición de conocimiento científico más y más elaborado. El docente debe incentivar al estudiante para que se interese en recopilar el cúmulo de conocimiento popular (precientífico) presente en su entorno comunitario; para discutirlo, analizarlo, mejorarlo e incorporarlo de nuevo a su comunidad bajo el rigor del análisis científico, e incidir así, en la solución de los diversos problemas de su ambiente inmediato. Pero, sobre todo, se les debe recalcar del papel liberador de la ciencia en la sociedad, en cómo desmitificar y decodificar las creencias adscritas a la ciencia y a los científicos; y concientizarlos de las grandes desigualdades sociales que se generan producto del mal uso de la misma. Se les debe enfatizar que la ciencia no es un cuerpo terminado de principios y leyes, sino que, al contrario, es un proceso continuo de renovación y construcción de conocimiento para la interpretación de la realidad.

Enmarcado en esta manera de enseñar, la física y la química, como ciencias naturales juegan un papel preponderante en la escuela. La cotidianidad se encuentra repleta de procesos físicos y químicos; desde nuestro modo de caminar hasta la forma de escuchar, ver y sentir, tienen relación con estas ciencias. Los complejos tecnológicos de uso diario involucran en su haber muchos de sus procesos. Sin embargo, se requiere enseñar estas ramas del saber, no de forma descontextualizada, sino integrada a las otras ciencias. 

De esta forma podremos enseñar el método científico, mediante estrategias instruccionales lúdicas que permitan mantener la atención del estudiante en un contenido particular, que aprendan los principios, leyes y conceptos involucrados y desarrollen a su vez habilidades y destrezas que fortalezcan su ser.

domingo, 23 de enero de 2022

ESCUELA DE TALENTOS

 

Escuela para el Desarrollo Temprano

del

Talento Científico 

Orlando B. Escalona T.1, Gregoria Cabral 2

1 Centro Latinoamericano y del Caribe para la Investigación

y Enseñanza de la Ciencia (CELCIEC)-Universidad de Los Andes,

 2 U.E. Ezequiel Zamora


 

Presentación en PowerPoint


Resumen

Se analiza la situación actual de la enseñanza de las ciencias naturales en las instituciones educativas del país y la necesidad imperiosa de la creación de una institución que resuelva la falta de asistencia oportuna a niños, niñas y adolescentes con marcado talento por el conocimiento científico-tecnológico; a fin de generar a corto y mediano plazo, un cuerpo de científicos y tecnólogos comprometidos con la solución de los problemas que presenta el país en este campo.  Se describe la estructura de la “Escuela para el Desarrollo Temprano del Talento Científico” con los objetivos que esta cumple, con la intención de formar Talentos en temas científicos extracurriculares. Se menciona que, el presente programa educativo se fundamenta, desde el punto de vista sicológico, en la teoría de las inteligencias múltiples, y se sustenta, desde la visión pedagógica, en el método de enseñanza problémica mediante la presentación de elementos contradictorios, para el desarrollo de capacidades cognoscitivas en los talentos.

 Introducción

Es del dominio público que, tanto en nuestra ciudad de Mérida como en el país, existen desde hace muchos años ambientes alternativos a los existentes en los institutos educativos, donde se motiva y atiende el gusto por la música, el deporte, el arte y el teatro, entre otras actividades extracurriculares; con la finalidad de orientar y desarrollar habilidades e inclinaciones particulares que los padres y educadores han observado en niños, niñas y adolescentes en sus primeros años de vida. Por tal razón, y por otras de carácter pedagógico, el sistema educativo actual contempla la creación de los “Grupos de creación, recreación y producción (GCRP)” dentro del currículo escolar para atender estas necesidades directamente en los respectivos espacios educativos. Sin embargo, aunque se ha atendido minuciosamente ciertas preferencias individuales de los estudiantes, existe una habilidad a la que se le ha prestado poca o ninguna atención, como es el deseo por el conocimiento del tema científico y tecnológico.

En consecuencia, el presente programa surge por la necesidad de crear el espacio propicio que permita incentivar y reforzar las habilidades que muestran niños, niñas y adolescentes de quinto y sexto grado de educación primaria, y de primero y segundo año de educación básica, por el estudio de los fenómenos naturales con las leyes y teorías que los rigen, así como las entidades matemáticas y sus aplicaciones en el mundo real; fundamentado, en la ampliamente aceptada, Teoría de las Inteligencias Múltiples aplicada en docencia tal como lo propuso su creador, el neuropsicólogo de la universidad de Harvard, Howard Gardner (2001). La escogencia de la población de niños y adolescentes con edades comprendidas entre 10 y 13 años que conforman el grupo de trabajo, se fundamenta en lo establecido por Jean Piaget en relación al desarrollo cognitivo del ser humano en sus primeros años de vida.

En tal sentido, estudiantes del sector La Hechicera, fueron seleccionados por sus profesores y representantes para participar activamente una vez a la semana durante cuatro horas académicas en los espacios pedagógicos del Liceo Bolivariano Alberto Carnevali, parroquia Spinetti Dini del estado Mérida; así como en diversas instituciones que existen en la ciudad a saber, Centro de Investigaciones de Astronomía (Observatorio Llano del Hato, Biblioteca Infantil), Fundacite-Mérida (Infocentro), Universidad de Los Andes (Facultad de Ciencia, Jardín Botánico), Museo de Ciencias y Tecnología, entre otros.

Esta actividad pedagógica pretende, en un lapso de dos años consecutivos, atender las inquietudes cognitivas del grupo de estudiantes seleccionados a fin de reforzar y desarrollar, principalmente, la inteligencia lógico-matemática -la que tradicionalmente se asocia con el pensamiento científico, la ciencia y la tecnología- bajo la metodología del análisis de experiencias relacionadas con el quehacer científico-tecnológico mediante el trabajo colaborativo en el laboratorio, y la búsqueda consensuada mediante explicaciones basada en modelos semicuantitativos elaborados por el propio estudiante, con la precisa orientación de los profesores del programa.   

                Por este motivo, este proyecto pedagógico lo hemos denominado “Escuela para el Desarrollo Temprano del Talento Científico”, por constituir un ambiente pedagógico donde se incentiva el amor por el estudio de las ciencias naturales y la matemática, y desarrollan las capacidades cognitivas de niños y adolescente, en particular la inteligencia lógico-matemática.  

lunes, 17 de enero de 2022

Flojera e ignorancia

 

Nuestra supuesta flojera e ignorancia 

El Kerepakupai Merú

Sobre la siguiente afirmación de un connotado y conocido escritor:"Una de las cosas que está viviendo el país es la ignorancia y la flojera"; comento lo siguiente. Nos hemos acostumbrado a etiquetarnos de flojos e ignorantes y a divulgar que lo nuestro no sirve para nada. Recuerdo, por ejemplo, que no usaba aceite de motor VP porque el Shell o el Castrol eran los mejores; los cauchos nacionales no los compraba porque eran de mala calidad y se espichaban de nada. La opinión generalizada es que nuestra gasolina es pésima y daña los motores. Lo medicamentos genéricos es lo peor del mercado farmacéutico. La mejor ropa era la “mayamera” aunque la fabriquen en Colombia y desde ahí la exporten a USA; los zapatos fabricados aquí nunca los quise… Y así por el estilo.

    Me metieron el cuento por mucho tiempo, que los mejores productos alimenticios eran los de otras latitudes. Sin embargo, poco a poco se fue posicionando la industria Polar y se impusieron sólo aquellos que Mendoza fabricaba. La harina pan me hizo arrumar la máquina de moler maíz sancochao; que me olvidara de la arepa andina de harina de trigo, del plátano cocío y el asao, del ocumo, la yuca, la batata y el apio. El aceite vegetal me le quitó el sabroso gusto a la manteca derretida de mis fritangas. El arroz saborizado me le esfumó el sabor al arroz picao quemaíto que quedaba en el fondo de la paila que nos hacía mi mamá. Me cambiaron las dietas de mamá y la abuela. Me olvidé del fororo y la avena, y opté por el “cornfleic” en las mañanas. El aromático cacao del sur del lago lo reemplacé por el “todi” y el “nescao”. La “cocacola” destronó de mi sed el agua de coco verde y la aguita de panela con limón y hielo picao; el “nestí” también sustituyó al guarapo de panela caliente de mis cenas.  Aborrecí la chicha de arroz cuando probé los exquisitos batidos del “gran mol”. Entonces, me acostumbré a comer hamburguesas en tú sabes dónde, y dejé de extrañar la arepa de maíz pilao rellena con carne desmechada deshidratada a punta de sol. Y también cambié el maduro relleno de queso de año por un perro caliente del quiosco de la esquina. Y me volví indiferente frente a un casabe acompañando un sancocho de busco. Y el sabor de la cachapa empezó a saberme amargo porque el maíz de nuestras cosechas y que era malo y había que optar por el maíz transgénico. Las carabinas andinas envueltas en hojas de cambur quedaron para el recuerdo de “aquellos tiempos que no volverán”. Y las parrilladas nunca más las volví hacer en fogón de leña, porque para eso me compré tremenda parrilla eléctrica de alta potencia; adiós al fastidioso humo y la desagradable ceniza. Una navidad me dio por hacer hallacas en papel de aluminio; pero, eso, sí no lo soporté y retorné a la hoja de plátano; es lo único que no cambiaría.

    Dejé de visitar los quiscos a orilla de río de mi pueblo querido. La manamana me parece insípida y la fealdad del armadillo me le corta el supuesto buen sabor que le sentía. El armadillo en fogón de leña dejó de ser mi pescao preferido.  Menos que me como ahora un bocachico a la brasa envuelto en masa y hojas de plátano. El bagre rayao ya no lo quiero ver ni nadando. Prefiero meterme en el “gran mol”, y con la pureza del aire acondicionado, degustar un rollito de suchi en sus diversas presentaciones en el mejor restaurante asiático para gente como yo.

domingo, 5 de diciembre de 2021

La energía

 

La energía


La energía es una propiedad universal de las cosas concretas, según el físico y filósofo Mario Bunge; de la misma manera que tienen otras propiedades como la inercia y la carga eléctrica. La energía es un concepto científico o espiritual, dependiendo del punto de vista que se comparta. Sin embargo, sin importar la postura que se asuma, ambas se complementan y se sustentan; y la evolución de una ha dependido, en parte, de la intervención de la otra.

    Desde la visión científica, la energía reside en la esencia misma de las partículas elementales (sin estructura) que conforman al Universo. Tales partículas elementales tienen diversas propiedades; algunas tienen masa, carga eléctrica, carga de color y espín; mientras otras, sólo tienen energía; y la energía se puede transformar en masa y la masa se puede transformar en energía. Por ejemplo, la luz está formada por partículas energéticas sin masa, conocida como fotones; y los electrones y los protones de los átomos tiene masa y carga eléctrica. Además, la materia misma tiene su contraparte conocida como antimateria, que al reaccionar con la materia se transforman en energía.

    Pero la energía también reside en las configuraciones (estructuras) de la materia, es decir en los diversos arreglos que adoptan las partículas elementales (como los quarks y los electrones) para formar bloques más complicados de materia (como átomos y moléculas). Las moléculas se unen para formar estructuras aún más complicadas como las células, y las células se juntan para formar superestructuras como los tejidos orgánicos y las neuronas; por ejemplo, en los seres vivos. Así que, cada vez que se crea una estructura más y más complicada, mayor será la cantidad de energía requerida para construirla y mayor será la cantidad de energía que tendrá acumulada ese sistema (vivo o inanimado). Sin embargo, no basta la energía para conformar estructuras materiales, existe otra cosa conocida por los físicos como la entropía, que se encarga de organizar o “caotizar” todo; es la que decide cómo se deben aglomerar la materia para formar los objetos o cómo se deben desarreglar para desagruparlos. La energía y la entropía son algo así como el inversionista que pone el capital (energía), y el gerente (entropía) quien decide cómo administrarlo.

viernes, 5 de noviembre de 2021

El Relámpago del Catatumbo

 

El Farol del Catatumbo


Fig. 0 Fotograma del video  Catatumbo Lightning - The Neverending Storm. Cortesía de https://www.youtube.com/watch?v=seWRO9Gf8mE

Las noches no oscurecen en cielos surlaguenses. Sombras intermitentes colman sus espacios terrenales acompasadas de resplandeceres fulgurantes y silentes; retorcidas hebras radiantes dibujan senderos atómicos vinculantes de procesos electrostáticos en altas elevaciones atmosféricas; sus luces despedidas se fraguan en las profundidades de nubes asomadas con intermitencia natural. Son oscurantinas salpicadas de rayos y resplandores permanentes en las temporalidades de la noche. No se permiten noches colmadas de plena oscuridad en sus predios y poblaciones. Casi siempre, durante cada noche del año, el fenómeno ha deslumbrado con su enigmática belleza a sus pobladores. Así ha sido y será, hasta que cambien las condiciones que las originan. Ha sido así,  desde los primeros reportes escritos de aquellos viajeros de altas latitudes, pero, con seguridad esta fenomenología ha extendido recónditas raíces en tiempos inmemoriales. Es el relampaguear del Catatumbo, el Farol de Maracaibo. Relámpago primigenio desde los subsecuentes acomodos de la corteza terrestre que circunda la cuenca sur del Lago de Maracaibo.

Sus erráticas fulguraciones intermitentes incitan su contemplación en las profundidades de la cuenca lacustre desde tiempos inmemoriales; motivan al fabulador de historias a concertar tramas en el lindero de lo indescriptible y al hacedor de prosa a plasmar sus encantos, al escudriñador de secretos naturales a definir y modelar sus procesos; a enrumbar piraguas por nortes requeridos en noctámbulas estampas. En antaño fue compás de bergantines y timonel de corsarios enrumbado lago adentro; en hogaño aun cautiva su misterioso caudal luminiscente. Diversa literatura se ha acumulado sobre sus míticos orígenes y mucho esfuerzo especializado ha intentado modelar los procesos naturales que internalizan sus profundas nubosidades; aún los físicos más connotados se extravían entre sus intrincados secretos con aproximaciones de orden cero. Ciertamente que tierra, agua, sol y vientos conjugan el entramado que definen sus procederes.

Toda vez que sus fulguraciones resplandecen en el cielo, se hilan cuentos, mitos y leyendas en sus inmediaciones desde nuestros ancestros originarios. Etnias como la Barí las interpretan como bandadas de cocuyos que se reúnen en la zona para rendir tributo a sus entes creadores; los pueblos Yupas y Wayúu las asocian con los resplandores de las almas de sus difuntos.

Hoy en día sabemos que, este singular fenómeno meteorológico forma parte de un dúo (figura 1) de fogonazos intermitentes que se observa entre 180 y 260 noches al año desde las 9 pm hasta las 4 am, con epicentros localizados al suroeste del Lago de Maracaibo: uno muy cerca de la desembocadura del río Catatumbo sobre la Ciénaga de Juan Manuel y parte del mismo lago a 9,5o de latitud norte y 71,5o de longitud este, y otro cerca de la frontera con Colombia a 9o  de latitud y 73o de longitud, como reportan observaciones satelitales de los centros de rastreo de “flashes” sobre todo el planeta. El primero se localiza esparcido en un área de 226.000 Km2  con mínima actividad en enero y febrero y máxima en mayo y octubre; el segundo sobre un área más pequeña. En promedio, durante un año, sobre cada kilómetro cuadrado de superficie se producen 250 flashes y, en consecuencia se cataloga esta zona geográfica como la de mayor actividad luminiscente de este tipo en el mundo. Otro fenómeno parecido, por la frecuencia con que ocurren los destellos (~230), se encuentra ubicado sobre la cuenca del rio Congo en África (Burgesser R.,  Nicora M., Avila E., 2012).


Fig. 1 Ubicación geográfica de los dos relámpagos para los años 2009 y 2010. El color rojo corresponde a un número mayor de flashes. Adaptado del artículo de Burgesser R. et al. (2012). 

El primer reporte escrito de este fenómeno meteorológico se remonta a 1597, cuando Francis Drake lo menciona en “Relaciones de la Real Audiencia de Panamá”, material que a su vez le sirvió a Lope de Vega para escribir “La Dragontea” (Zabrotsky, 1991; citado por Rodríguez D. Alberto y Escamila V. Francisco). Para 1841, el italiano Giovanni Battista Agostino Codazzi Bartolotti (Agustín Codazzi), primer geógrafo de nuestro país,  es quién reseña su ubicación en la obra “Resumen de la Geografía de Venezuela”, cuando manifiesta que “A poco mas de legua de la boca del Zulia ó Escalante está la punta de Aguacaliente, y á su frente en el interior de la selva existe la ciénaga de este nombre ; parece que sus aguas tienen en efecto una temperatura muy alta. En los fuertes calores se ve constantemente en este lugar un relámpago sin explosión que suelen llamar los navegantes el farol de Maracaibo por estar en su meridiano y el de la barra.”  Codazzi no se conforma con solamente ubicarlo en la geografía nacional, también se atreve a dar una modesta explicación de la fenomenología que observa cuando expresa: “…parece que la materia eléctrica está concentrada en aquellos parajes, en los cuales se observa todas las noches un fenómeno luminoso que es como un relámpago que de tiempo en tiempo enciende el aire. Desde la mar se mira como si estuviese sobre islas de Toas que está casi en la barra del meridiano de Maracaibo : pasa sobre las bocas del Catatumbo y sirve de guía á los marinos. ¿Será acaso el desprendimiento del gas hidrógeno en las exhalaciones de los pantanos que ocupan un inmenso espacio cerca de las bocas del Catatumbo?”

Por su parte, el ingeniero Melchor Centeno Grau, realiza en 1911 las primeras observaciones sistemáticas del Relámpago y correlaciona su origen con los movimientos sísmicos ocurridos en la región andina, aunque sin ninguna fundamentación científica firme (Laffaille J.). Andrés Zavrotsky (1991) con su equipo de investigadores de la Universidad de Los Andes realiza entre 1967 y 1987 cuatro expediciones hacia tierras del sur del lago y concluye que el fenómeno es la manifestación de descargas eléctricas entre nubes cargadas y carga aculada en tierra. 



Fig.2 El recuadro delimita la región donde se ubican los epicentros del Relámpago del Catatumbo cerca de las Ciénagas de Juan Manuel al noreste del Lago de Maracaibo. Adaptación del Proyecto de Muñoz, A. y colaboradores (2010), disponible en: http://cmc.org.ve/portal/proyectos.php?proyecto=8 .

Nelson Falcón y colaboradores (2000, 2009) también inspeccionan los predios de la Ciénaga y corroboran la existencia de zonas de epicentros cerca de las lagunas Juan Manuel de Aguas Blancas y Aguas Negras, como se puede apreciar en la figura 2. Este equipo de investigadores propone la hipótesis, por vez primera, de que debido a características muy particulares de la región donde ocurren los relámpagos, “el gas metano debe jugar un rol importante en los procesos microfísicos” que dan lugar a su formación. Para sustentar sus afirmaciones, estos investigadores, desarrollaron el siguiente modelo semi cuantitativo. En la zona donde se produce el fenómeno, existen corrientes convectivas producto del calentamiento diurno y de la disminución de la temperatura con la altura (gradiente térmico). Además, es rica en metano (CH4); bien por la  descomposición de los detritus y humus de los humedales, o debido al escape del mismo a través de fisuras en el manto rocoso (rico en Kerógeno III) del interior de las ciénagas. El metano se desplaza a la mediana tropósfera (1,6 a 13 Km de altura) por las corrientes convectivas  ascendentes y lo distribuye en forma anómala en el interior de las nubes de tormentas tipo cumulonimbos que se forman. Al subir, el metano gaseoso se cristaliza por las bajas temperaturas imperantes en el interior de las nubes y, como posee una configuración de simetría tetraédrica, se auto polariza, produciéndose una redistribución asimétrica de sus cargas eléctricas (semejándose a minúsculos imanes) que pone de manifiesto sus propiedades piroeléctricas; cada cristal polarizado genera un campo eléctrico que contribuye con el incremento del campo eléctrico (no uniforme) total (alrededor de 4.000 voltios por metro) en el interior de la nube, muy superior al valor del campo eléctrico atmosférico (alrededor de 100 voltios por cada metro de altura). Un campo eléctrico de tal intensidad, interviene con efectividad en la redistribución de las cargas eléctricas, de forma tal que un sector de la nube adquiere carga positiva y otro, carga negativa; en consecuencia, se establece una diferencia de potencial entre estos dos sectores y sí, su valor supera el potencial de ruptura del material de la nube, se produce la descarga eléctrica con la aparición del rayo. La intensa luz emitida por el rayo se difunde entre la nube y la ilumina, surgiendo el relámpago. Según los autores de este modelo, los relámpagos sólo se generan durante la noche porque, durante el día, la luz solar fotodisocia la molécula de metano y disminuye su concentración en la nube; deja sin explicación la sordez de los flashes.

Sin embargo, otros investigadores, como Ángel Viloria P. (2002) cuestiona la afirmación: “Las lagunas y pantanos inundados exhalan continuamente metano por descomposición de los detritus y humus…” de Falcón, por carecer de fundamentación científica experimental; por igual, Muñoz y Díaz (2011) sustentan que tal mecanismo microfísico no se podría mantener en el interior de las nubes debido a fuertes corrientes convectivas ascendentes y descendentes que rápidamente lograrían homogenizar la porción de metano gaseoso en la nube acuosa, lo que incide sobre la disminución en el valor de la constante dieléctrica del material de la nube y, en consecuencia, el campo eléctrico generado por el metano cristalizado, sería insuficiente para provocar la ruptura del dieléctrico (aire-metano), así como la producción de relámpagos con la tasa observada.  

Así que, a pesar del esfuerzo realizado por diversos investigadores, mediante la contrastación de sus observaciones in situ, las atrevidas y creativas hipótesis y los reflexivos análisis sustentados en el método científico, aún, hasta el presente, no se ha logrado desarrollar un modelo atmosférico apropiado que dé cuenta de tan variada gama de procesos naturales que se producen en el Farol del Catatumbo y que mantiene en expectativa a los pobladores surlaguenses, por su peculiar e inmensurable hermosura.


domingo, 31 de octubre de 2021

Inquietudes de un Docente de Ciencias

 

Inquietudes de un Docente

de Ciencias

 y

su Entorno de Enseñanza

 


¿Por qué no hago experimentos en el aula ni en el laboratorio? No los hago porque no tengo el equipo de laboratorio de la universidad donde hice mi carrera; sí hubiese salido con un kit idéntico de física, química o biología, debajo del brazo, además de mi Título, otro sería mi cantar. Mi ilustre universidad me enseñó los conceptos, principios y leyes fundamentales de la ciencia; entendí a la perfección las leyes de Newton y Maxwell, sé de las leyes de Mendel, conozco y sé cómo sintetizar la aspirina, en qué se basa y como aplicar el cálculo diferencial e integral, al igual que el algebra y la geometría, la teoría evolucionista no me es ajena, he leído mucho sobre Humboldt y Darwin. Al pelo apliqué múltiples veces el teorema de Pitágoras, me preguntan sobre óptica y les desarrollo con destreza el funcionamiento del microscopio y el telescopio, les hablo del Hubble, de su estado actual y qué proyecto lo sustituirá, puedo seguir los principios de funcionamiento del microscopio electrónico de transmisión (MET) sin dificultad; sé que a Plutón lo degradaron, que ya no es un planeta, y que la sonda New Horizons lo está reivindicando. Estuve al tanto del descubrimiento del bosón de Higgs, la mal llamada partícula de Dios, y entiendo el cáliz de su trascendencia; también del aterrizaje de la mini sonda Philae sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en agosto de 2014. Estoy al día en mis conocimientos científicos, me siento actualizado, acabo de salir de la universidad; estoy loquito por aplicarlos en el aula. Ni se diga en pedagogía; interpreté muy bien las enseñanzas de Comenius, participé en seminarios sobre Morin, algo de Simón Rodríguez me enseñaron mis profes, monté estrategias sobre cómo enseñar la ley de inducción de Faraday, y un sin número de otros principios sin experimentos y simulaciones, que mi tutor me exigió, porque "nunca se sabe en qué liceo vas a caer"; y me fue muy bien en los cursos: aprobé. Me gustó mucho la Didáctica y todas sus ramas.  Me puñaleé las teorías pedagógicas a la perfección, y me considero experto en técnicas y métodos de enseñanza. Me gustaron las clases magistrales de sicología cognitiva, y cómo disfruté con las inteligencias múltiples de Gardner; este fue uno de mis seminarios preferidos. Y les podría seguir detallando algo más pero este espacio es limitado.

viernes, 22 de octubre de 2021

Don Luis Zambrano

 

Del Pensamiento de Don Luis Zambrano a la Acción Pedagógica

  “No espere saber pa’ ponerse a hacer, póngase a hacer pa’ poder saber 

 

 El presente trabajo trata de la interpretación y análisis del pensamiento del Tecnólogo Popular Don Luis Zambrano, hombre de saberes llevados al plano experimental con la finalidad de contribuir con la solución de diversos problemas de la comunidad. Se eligió el pensamiento No espere saber pa’ ponerse a hacer, póngase a hacer pa’ poder saber por representar éste su principio de vida y porque consideramos que se puede aplicar en el plano pedagógico a fin contribuir con la enseñanza de la ciencia en la educación primaria y secundaria bolivariana. 

No espere saber…” es no esperar la realización de estudios especializados en una determinada área para emprender cualquier actividad; hay que realizarla de una vez para poder aprender y adquirir conocimiento a medida que se desarrolla. No es indispensable, según Don Luis, poseer un amplio conocimiento sobre un determinado tema para realizar un aporte en esa área; se requiere emprender la tarea y a medida que las dificultades se vayan presentando, se van analizando y solucionando. Así, se aprende al hacer.

Según Planchart (2007), este ilustre merideño resume el concepto que tiene sobre el saber en la siguiente frase: “El mundo del saber no hay que esperar que le llegue a uno, sino que uno debe irse arrimando al mundo del saber. Cuando usted sube el primer peldaño de la escalera no hay que permitir que se derrumbe. No mire pa’ bajo ni pa’ atrás. En el ejercer está el saber.” Concepción del saber que se concretiza en No espere saber pa’ ponerse a hacer, póngase a hacer pa’ poder saber”.

Don Luis Zambrano durante toda su vida fue un cultor del auto aprendizaje. Su origen humilde de familia andina campesina, su entorno intelectual propio de la época y las restrictivas características educativas de la localidad rural donde nació y creció, no fue impedimento para su crecimiento personal en búsqueda del conocimiento científico y técnico. Como hombre de inquietudes innovadoras, no esperó ir a la academia para obtener el conocimiento requerido en sus investigaciones experimentales habituales. Fue un asiduo constructor de saberes  en los espacios de la ciencia y la tecnología; en su constante búsqueda de la solución de los problemas prácticos de las comunidades andinas, fue su norte la preparación autodidáctica. No conocía la existencia del número pi  y no esperó saber pa’ ponerse… sino que con la agudeza propia de los investigadores más connotados de la época, lo redescubrió para dar respuestas a sus inquietudes relacionadas con los engranajes en rotación y aprovechar la energía hidráulica de las caídas de aguas para convertirla en trabajo mecánico y electricidad; no tenía a la mano el tornillo requerido para sustentar una pieza mecánica y con la maestría del mejor tecnólogo de academia lo diseñaba y construía. Su escasa escolaridad no constituyó barrera para inventar los más insólitos dispositivos mecánicos que competían con los importados y que eran de difícil adquisición en un país rural como el nuestro, en su época. Don Luis no esperó el Doctorado Honoris Causa que le otorgó tardíamente la Universidad de los Andes, para saber…; no, al contrario se puso “a hacer pa’ poder saber´… y dar así respuestas a sus inquietudes intelectuales. Esta frase sintetiza su filosofía del vivir, propia de un hombre en constante búsqueda de cómo incrementar la calidad de vida de sus coterráneos a través de la investigación y desarrollo tecnológico; nos abre un camino para seguir su ejemplo. 

Estas sabias enseñanzas de Don Luis, se encuentran diseminadas en la obra del ilustre pedagogo Samuel Robinson (SR), formador de la recia personalidad de nuestro Libertador. El primero lo aplica en tecnología, el segundo en educación. Igualmente, SR tampoco esperó tener a la mano un modelo pedagógico europeo o norteamericano para utilizarlo en su desempeño como maestro; al contrario, hizo propuestas a las autoridades caraqueñas para mejorar la enseñanza en la escuela primaria. Por eso y mucho más, sus enseñanzas pedagógicas constituyen uno de los pilares fundamentales del Nuevo Currículo Nacional Bolivariano que el MPPE prontamente implementará en el sistema educativo nacional.

Tal como Robinson, el pensamiento de Don Luis es pieza clave para el desarrollo de un modelo educativo cónsono con las necesidades educativas de los educandos en todos los subsistemas, desde el Inicial hasta Secundaria Bolivariana. El no espere… es el “o inventamos o erramos…; es  una filosofía de vida, una actitud para aprender, un método de aprendizaje, un método para enseñar; propio de la necesidad de conocer la naturaleza de las cosas, de cómo funcionan y cómo se interrelacionan con los demás componentes del todo. Pero esta necesidad por conocer y aprender como la sintió Don Luis, se puede convertir en un principio fundamental para enseñar, para educar construyendo, sin esperar al catedrático para que nos guíe y nos enseñe con su modelo importado y que ha probado en espacios educativos extraños a nuestros intereses nacionales y, por lo general, descontextualizados de nuestra realidad educativa. 

Las escuelas con sus estudiantes, maestros, personal y comunidad, tienen los espacios propicios para la aplicación de esta máxima (no espere…”). En particular, la enseñanza de la ciencia se puede abordar a partir de esta máxima, considerándola un axioma pedagógico.  

La enseñanza de la ciencia en nuestro sistema educativo se ha hecho, y aún se hace, exclusivamente en forma teórica. En los cursos que se imparten, no se prevé la búsqueda del conocimiento y el logro de destrezas y aptitudes a través de la manipulación de los objetos, sino que se hace énfasis en la “física, la química y la biología de tiza y pizarrón” y el libro de texto. En particular, los cursos de Física, Química y Matemática, aún se enseñan bajo el esquema de conceptos aislados y descontextualizados de la realidad. Según las directrices del Modelo Educativo Bolivariano la ciencia se debe enseñar bajo un enfoque abierto, flexible, contextualizado, y con una perspectiva inter y transdisciplinaria, compatible con los requerimientos de una escuela productiva e interconectada con el trabajo comunitario.

En consecuencia, en el proceso enseñanza aprendizaje de la ciencia es preciso que el maestro no espere… disponer en cada escuela de un laboratorio equipado con la última tecnología de punta, para desempeñarse. Al contrario, fundamentado en el “…póngase a hacer pa’ poder saber, que utilice todo su potencial creativo para diseñar estrategias metodológicas experimentales a fin de enseñar la diversidad de procesos, conceptos y leyes  presentes en el área de las ciencias naturales (física, química y biología).  Con material reutilizable, tal como hacía Don Luis Zambrano para concretar sus inventos, podría diseñar un laboratorio para la enseñanza, donde se aplique el método científico y dar así al estudiante, la oportunidad de explorar y observar, comparar y relacionar, inferir y argumentar; para realizar predicciones sobre el comportamiento del mundo natural mediante la elaboración de modelos científicos sencillos, acorde a su nivel cognitivo.

Con los Proyectos de Aprendizaje (PA), se tiene la oportunidad de aplicar el aprender haciendo que utilizó el hijo ilustre de Bailadores como principio de vida. Proyectos estos que deben ser interdisciplinarios para que los estudiantes aprecien las relaciones existentes entre las diferentes disciplinas. 

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