miércoles, 1 de enero de 2025

 El Relámpago del Catatumbo:

Misterio Luminoso en el Corazón de Venezuela

Emily G. Escalona C.

 Estudiante de Comunicación Social, Universidad de Los Andes (ULA)

  

El Relámpago del Catatumbo. Cortesía de El Correo del Caroní.


El cielo sobre el lago de Maracaibo, en Venezuela, es escenario de un espectáculo natural único en el mundo: el Relámpago del Catatumbo. Este fenómeno meteorológico, caracterizado por una intensa actividad eléctrica casi continua durante gran parte del año, ha cautivado a pobladores de la zona y de todo el mundo, así como a escritores, poetas y científicos, por siglos. Más allá de su interés científico, el Relámpago del Catatumbo es un tesoro natural, cultural y turístico de Venezuela. Su belleza y singularidad lo han convertido en un símbolo de la región y en un atractivo turístico mundial.

En los predios nocturnos del relámpago no existe noches serenas y tranquilas, no existe la penumbra absoluta, sólo persisten los destellos de luz que iluminan en forma intermitente la cuenca del lago de Maracaibo y sus alrededores. Es un fenómeno atmosférico de singular belleza. No solo ha despertado el interés de los científicos por conocer lo qué sucede en las profundidades de sus nubes relampagueantes, sino que también poetas y cantores lo han eternizado en sus prosas. Son destellos tras destellos persistentes los que se riegan por todo el sur del lago. Se puede observar desde la alta cima de la Sierra Nevada, desde las llanuras de Santa Bárbara del Zulia y Puerto Concha, y desde las grandes fincas surlaguenses. Pero, incluso desde el mismo Maracaibo y la Isla de Curazao.

¿Dónde se encuentra ubicado y dónde se puede visualizar? Hay que observarlo de noche y madrugada para poder apreciar su esplendor. Se hace más evidente su fenomenología durante las noches serenas y despejadas de noviembre a abril. Se observa a simple vista, no se requiere de ningún instrumento técnico especializado. Se le puede acercar lo suficiente para visualizar su resplandor, ubicándose en Ologá, pueblo palafítico de aguas del lago localizado en la región sur occidental en los bordes del lago de Maracaibo. A este caserío de pescadores, se llega en lancha desde el pueblo zuliano de Puerto Concha; rumbo a Santa Bárbara del Zulia, desde El Vigía, se cruza en el kilómetro 14 a la derecha, y la vía lleva directo al pueblo. Desde Puerto Concha, navegando su canal, el viaje en lancha dura dos horas y media. Se llega primero al Mirador del Lago, estación lacustre del Ministerio del Ambiente del país, y desde éste, se enrumba la lancha en viaje directo a Ologá.  

Desde tiempos inmemoriales, los habitantes de la región han observado con asombro estos destellos luminosos. Las culturas indígenas asociaban el fenómeno con sus creencias y mitos, viéndolo como una manifestación de fuerzas sobrenaturales o como un guiño de sus ancestros. Los primeros exploradores europeos también quedaron maravillados por este espectáculo, describiéndolo en sus diarios de viaje y utilizándolo de faro de ubicación.

A pesar de siglos de observaciones y estudios, el Relámpago del Catatumbo sigue siendo un enigma para la ciencia. Numerosos investigadores han propuesto diversas teorías para explicar su origen, pero ninguna ha logrado ofrecer una explicación completa y definitiva. Una de las hipótesis más populares sugiere que el metano liberado por los humedales de la región juega un papel fundamental en la generación de las descargas eléctricas. Sin embargo, esta teoría ha sido objeto de debate y cuestionamientos por parte de otros científicos. Otros factores como la orografía de la región, las corrientes de aire y la composición atmosférica también han sido considerados como posibles contribuyentes.

El Relámpago del Catatumbo es un fenómeno extremadamente complejo, resultado de la interacción de múltiples factores atmosféricos y geográficos. Su estudio no solo es importante para comprender mejor los procesos atmosféricos, sino también para evaluar su impacto en el clima regional y global.

A pesar de los avances científicos, aún queda mucho por descubrir sobre este fascinante fenómeno. Los investigadores continúan trabajando para desentrañar los misterios del Relámpago del Catatumbo y comprender los procesos físicos que lo originan.

Dado la impresionante belleza del Relámpago del Catatumbo como fenómeno natural, único en el planeta, hace que se convierta en un potencial turístico a explotar en toda su magnitud en la zona del sur del lago. En primer lugar, la travesía por los canales que conducen al lago se destaca por permitir observar la diversidad ecológica vegetal y animal, que impera en la zona. Cotorras, garzas, paraulatas y aves con coloridos entrecruzados, surcan los espacios, mientras se escuchan las voces intermitentes de los monos araguatos. Peces y tortugas abundan en sus aguas. Árboles de grandes dimensiones se aprecian a lo largo de sus orillas. Ya en pleno lago, el mundo lacustre se abre para su contemplación total. En Ologá, se destacan las casas levantadas en palafitos como si fueran barcos flotantes sobre la superficie del lago. Su gente, ¡maravillosa! Pueblo pesquero de tradiciones vinculadas al agua. Compenetrados profundamente con su Relámpago, con su titilar nocturno que impide que el caserío lacustre se apague por completo en la inmensidad de la zona de aguas y cielo estrellado salpicado de destellos.


El caserío palafítico Ologá. Cortesía de William Shatner.

            Por esto y otras razones, el Relámpago del Catatumbo debe convertirse en el símbolo nacional que centralice el desarrollo turístico y cultural de los pueblos rivereños del sur del Lago de Maracaibo. Así que, se propone en este trabajo la creación de la Ruta Turística del Relámpago del Catatumbo que promociones al fenómeno más espectacular del planeta Tierra, por sus cientos de destellos intermitentes por minutos durante casi todo el año. Por otra parte, en el pueblo de Puerto Concha se podría crear el Museo del Relámpago donde se modele su fenomenología, para incentivar el conocimiento por los estudios de los fenómenos naturales.

El Relámpago del Catatumbo es un recordatorio de la complejidad y belleza de nuestro planeta. Este fenómeno natural, lleno de historia y misterio, continúa cautivando a científicos y al público en general, y sigue siendo objeto de estudio e investigación. Se espera que se convierta en un fenómeno de desarrollo turístico de la región surlaguense.

 


Referencia bibliográfica

1. Escalona Toro, O., B., (2019). El Farol del Catatumbo, 81-86. Atlas Sur del Lago, UNERMB.Url: https://www.calameo.com/read/0055752893cc966a4c93

2. William Shatner (2021). Relámpago del Catatumbo-Lo Inexplicable. History Latinoamérica. Url: https://www.youtube.com/watch?v=4HijiBOp6T4




martes, 17 de octubre de 2023

 

El cálculo mental potencia el razonamiento abstracto de los niños



El acto de razonar, propio de nosotros los humanos, es una actividad mental que permite ordenar las ideas para estructurar conclusiones. Razonar las decisiones en cualquier acto de nuestra vida involucra razonamientos acertados a fin de alcanzar los logros que nos hemos propuestos; muchas veces las decisiones desacertadas conducen a errores graves en nuestras actuaciones cotidianas. Una forma de minimizar las decisiones equivocadas es mediante el adiestramiento y fortalecimiento de muestra mente. Como cualquier músculo del cuerpo, la misma mente se puede fortalecer para el logro de destrezas y habilidades, mediante actividades que involucren el desarrollo del pensamiento abstracto. Una de estas actividades es el cálculo mental para niños, con base a estrategias muy bien programadas en centros educativos especializados para tal fin.

En particular, alcanzar habilidades mediante el cálculo mental a edad temprana en niños, los capacita para la resolución de problemas de la vida cotidiana, sin necesidad de depender de la calculadora, el lápiz o el cuaderno para sacar la cuenta. Los prepara, por ejemplo, para enfrentar la comparación diaria durante el acto de negociar, para entender la expresión del tiempo en horas y minutos, para anticiparse en general a la resolución de cualquier ejercicio aritmético.  

Cada vez que se realiza un cálculo mental con los números, el niño asocia, descompone e intercambia cantidades en función de otras, diseña e inventa procedimientos basados en estrategias con las propiedades de los números y en las propiedades básicas de la aritmética.      

Ahora bien, el neuropsicólogo Howard Gardner, en su teoría de las inteligencias múltiples, considera que cualquier persona nace con ocho inteligencias interconectadas, unas más potenciadas que otras. Una de estas inteligencias, es la lógica matemática que se relaciona con pensamiento abstracto. Inteligencia que capacita al niño para el uso y análisis del sistema numérico, y para realizar razonamientos bien fundamentados.

Todo padre sabe en qué se destacan más sus hijos, algunos tendrán habilidades para la música, otros para la pintura y el teatro, por ejemplo; mientras otros habrán sorprendido a su papá cuando trataba de sumar el monto de lo comprado en el supermercado, o a su mamá durante la cantidad de ingredientes en la preparación del postre de la cena.

                                     

En ese momento, esos padres se habrán enterado de la habilidad escondida de su hijo para los asuntos numéricos. Sí este es el caso, su hijo fue favorecido con la inteligencia lógico matemática y es hora de potenciarlo, colocándolo en manos de expertos que manejen las estrategias cognitivas adecuadas para el desarrollo de la misma. Por lo general, la inteligencia lógica-matemática se mantiene oculta, y sí se manifiesta abiertamente, por lo general la familia no le presta la importancia debida para su desarrollo y fortalecimiento, como ocurre con otras habilidades como la música o las expresiones artística.

El desarrollo del pensamiento lógico mediante estrategias matemáticas que involucren el cálculo mental en primera instancia, ayudará a nuestros hijos a llevar una vida más plena, a ser más felices, a entender mejor el mundo, a ser mejores ciudadanos en el acto de elegir y discernir, en palabras del matemático español Eduardo Sáenz de Cabezón. Sin embargo, tal como lo hace el aspirante a violinista, con la práctica diaria y metódica, el niño matemático se fortalecerá con el ejercicio guiado, conducido. Por supuesto, para lograr el desarrollo efectivo de ese potencial de abstracción que el niño lleva por dentro, requiere de su potenciación en el cálculo mental, pero desde las estrategias lúdicas que faciliten su asimilación fácil y efectiva.

Un caso típico del logro de habilidades con el cálculo mental es el matemático Johann Carl Friedrich Gauss, quien desde niño lo practicó y llegó a convertirse en uno de los matemáticos más famosos de su tiempo.

Busca asesoramiento con los pedagogos del colegio sí descubres habilidades en tu hijo en el manejo de los números. Podrías tener un matemático en potencia.

 

lunes, 9 de octubre de 2023

 La Sombra

Anastasio y Pirolo se encontraban perdidos en un desierto. Después de caminar durante horas, ya casi amaneciendo, se toparon con un tronco grueso sin ramas, que en algún momento perteneció a un gran árbol. Cuando despuntó el primer rayo de sol, el tronco comenzó a extender una larga y ancha sombra, tanto como el grosor de los cuerpos de cada uno de ellos; y, de una vez, los hombres se refugiaron de la inclemencia de los rayos solares a medida que la transparente mañana avanzaba. ¡Estaban felices!

    A medida que se acercaba el mediodía, la sombra se fue acortando y, en toda su extensión, no cabían Anastasio y Pirolo para refugiarse del calor. Empezaron las disputas por el espacio, porque uno de ellos, supuestamente, había llegado primero a la base del tronco. Sol, que se encontraba presenciando todo desde arriba, se dijo para sus adentros: “como hoy me toca colocar el “mediodía cenital” en este lugar, entonces los dejaré sin sombra”. Y en un santiamén la sombra desapareció por completo. Anastasio y Pirolo no superaban el desconcierto.

    Sin embargo, poco a poco, la sombra empezó a aparecer de nuevo y a extenderse sobre el candente suelo del desierto. Empujones iban, trancazos sonaban, palabras saltaban por los cuatro vientos; los dos hombres reanudaron la disputa por la sombra. El sol seguía inclemente, se sentía achicharrando la piel de los infortunados.

    Luna, que estaba de paso por ese lugar y que también estaba presenciando la riña, se conmovió tanto que se propuso ayudarlos. Se fue arrimando poquito a poco delante de Sol hasta que lo tapó por completo. ¡Se hizo de noche! Pero Sol no estuvo de acuerdo con aquella acción maternal de Luna y se fue apartando hasta que apareció de nuevo la luz intensa mientras la sombra se alargaba, pero tan despacio, que los dos no cabían en ella.

    A sabiendas del comienzo de la tarde y que el sol se aplacaría, sin embargo, siguieron con la disputa. Cada uno pensaba que sí se apropiaba del tronco, durante los días venideros disfrutaría de aquella solidaria sombra hasta que alguien lo rescatara.

    Tierra, que sentía sus estrepitosas pisadas desde hacía rato y el estruendoso berrinche, también se conmovió; pero, se quedó pensativa un rato y luego decidió ralentizar su paso para que el inclemente sol de la tarde los siguiera castigando un poco más, y pudieran entrar en razón. Aquellos hombres jamás habían presenciado la llegada de un atardecer con tanta lentitud que, por primera vez, se miraron fijamente a los ojos y enmudecieron de estupor. A medida que la sombra se alargaba sobre el suelo del desierto, se iban acomodando. Pero estaban tan exhaustos, que ya no tenían fuerza para seguir con la trifulca. Tanto era el cansancio, que se quedaron del todo rendidos.

    Tierra los contempló con tristeza y se propuso continuar con la lección; en un dos por tres aligeró sus pasos, el día desapareció y apareció de nuevo. El par de hombres aun cansados al extremo, no entendían lo que estaba sucediendo. Con el nuevo día, un destello de conciencia hizo aparición en uno y se dijo: “es hora de compartir para seguir viviendo".

sábado, 30 de julio de 2022

 

Francy, la hacedora de sueños

                                  A Francy Oviedo

Tengo una amiga que juega con los colores y les da forma caprichosa, monta uno sobre otros en el espacio justo que deben ocupar. Y la suma de sus tonos se amontonan sobre el volumen corpóreo que va apareciendo y se asoman las primeras expresiones de alegría y risas en caritas sorprendiditas del mundo que les está pronto por llegar. Se alargan las claras trenzas, en unas, mientras se engarruñan ensortijadas sobre las frentes, en otras. Y mientras mi amiga suelta a volar la imaginación, las formas pinceladas de colores adoptan brazos, piernas y cuerpos alargados cubiertos de pliegues de vestidos coloridos que giran ondulantes en cinturitas abultadas de relleno. Mi amiga es muñequera de corazón. Le encanta dar vida, crear esperanzas, repartir sueños. Y crea, crea, crea, sólo por crear, porque esa es una de sus misiones de vida. Y cuando la existencia se ha plantado sobre cada muñeca de trapo con ascendencia ancestral, se levantan y caminan hasta el sitio justo de la sala que deben ocupar. Y ahí se quedan impávidas, descifrando cada forma y cada color que rebota en sus pupilas sorprendidas cercadas de pestañas alborotadas. Y desde sus propios sitios, cada una la observa, la detalla, la admira y la bendice por ser una más entre otras tantas creadas por sendas manos laboriosas entrecruzadas entre hilos blancos y retazos celestes, hebras negras y trapos verdes, sedas lizas y agujas plateadas. Y observan cómo ellas mismas se empezaron asomar al mundo y cómo de la última puntada terminal surgió una voz. Y oyeron por primera vez su propio nombre. Porque mi amiga muñequera no las crea solas, las crea con sus respectivos nombres. Con el propio, con el apropiado, con el justo; de inmediato se da cuenta que ese y sólo ése sirve para Anastacia, para Fabiola, para Margarita, y no otro. Qué Minerva encaja con los ojos sedosos del vestido cielo; qué Katy se apropió de la sonrisa suelta de blusa estampada… Y mientras trapos, puntadas y rellenos compiten por la forma y los colores que deben ocupar, mi amiga va entrecruzando letras y palabras para inventar las voces consonantes de sus coloridas muñecas de trapos. Mi amiga tiene una gran familia de muñecas de trapo de estilo clásico convencional.

Mi amiga acostumbra enseñarles el cielo a sus muñecas. Boca arriba se tumba en la umbra de su patio rodeada de todas sus muñecas. Cada vez que nace una, le muestra el norte de la Estrella Polar, Sirio y la Luna, Antares y Orión… Y las va nombrando una a una y las reparte entre cada una de ellas.  Ha hecho tantas muñecas que parece que las estrellas del cielo ya no alcanzarán para las restantes. Pero no importa, sí se le terminan las estrellas, seguro que su imaginación inventará otras nuevas.   

  Salomé y Anastasia


Salomé y Anastasia se van de viaje. Acaban de nacer y el mundo les abre sus dimensiones. Paquetes de sueños repartirán por los caminos andariegos. En sus ojos vivarachos fulguran esperanzas. Van preparadas. Su Madre Creadora hilvanó ensueños en cada puntada de sus formas. Cada costura lleva un mensaje de bondad, alegría, paz y amor por lo humano, cada tonalidad encierra un sentido de vivir.  Van a la mitad del mundo a ver las estrellas de las dos porciones. Sofi y Pao impacientes las esperan. Sofi no sabe que Anastasia le lleva una cesta de sonrisas andinas con todos los colores de Santa Rosa; que colocará en sus manitas las brisas del Albarregas y el perfil de la cara del Indio que vio por la ventana al nacer. Sofi presiente que una muñequita dorada la acompañará de por vida y ya le está llenando de colores en sus dibujos; que se convertirán en amigas íntimas mientras exploran juntas sus mundos de ensueños y aventuras Por eso, le diseñó su casita de madera y su mascota de pelos pardos. Espera algo con ansias sin saberlo. Pao… 

sábado, 9 de abril de 2022

 

Palabras, frases, mitos y leyendas

Para Orlando, Jr.

 

En nuestro hogar nunca faltaron las palabras raras, las frases aleccionadoras, las historias de fantasías con seres fantasmagóricos del imaginario popular con las que nuestros padres nos entretenían y controlaban. Bañarse un Viernes Santo después de las tres de la tarde era exponerse a que la piel se recubriera de escamas de manamana; menos aún en el cauce de los ríos, donde algunas veces nos bañábamos, porque “Se podrían convertir en pescaos”, nos decían. Recuerdo como mi querida Madre me protegía de una posible indigestión después de las comidas con su consejo de no leer después de las mismas. También me insistía: “Hijo, no aguante tanto sol porque le puede picar un tabardillo”; aunque jamás entendí su significado cuando pequeño, atendía su solicitud diligentemente. Al igual que jipato y chimbombo; cuando uno dormía un poco más de la cuenta, parecía que se le hinchaba la cara y nos decía: “Levántese ya, que se va poner jipato y chimbombo”. Al enterarse de la enfermedad de un vecino manifestaba con jocosidad que había que tener mucho cuidado porque “Cuando la pata se hincha, la sepultura relincha”. De noche era prohibido saltar por encima de las fogatas que se hacían para correr los zancudos, porque era casi seguro que amanecía mojada la hamaca. La borra del café no se podía pisar por la mavita que le caería a la familia; me la mandaban a botar en la pata de las matas lejanas. Con la asomada del primer trueno y relámpago con la tormenta que se avecinaba, Mamá corría a tapar el único espejo que teníamos con una sábana o toalla mientras replicaba a viva voz con un “¡Santa Bárbara bendita!”; tal recomendación de Benjamín Franklin se extendió hasta nuestro lar. Mientras, Papá preparaba su cruz de cuchillos para desviar la tormenta hacia otra región; algunas veces la pegaba. Si la tormenta no cedía, Mamá pelaba por la Vela de la Candelaria y nos encomendaba a todos los santos con su catajarra de plegarias. Cuando Alex y Néstor me iban a buscar para emprender nuestro acostumbrado paseo sabatino por el Malecón de la Orilla de San Carlos, me encomendaba a todos las santidades con las siguientes expresiones: “José Gregorio bendito me lo bendiga y favorezca, San Marcos de León me lo libre de los malos peligros, la Virgencita de Coromoto me lo lleve por el buen camino…”. Sí la chupita entraba a la casa, un familiar nos visitaría; con la caída del cuchillo se esperaba un caballero, o una dama si era la cuchara; el tenedor quedaba para las bromas, y sí coincidía con la entrada de un caballero, surgían los comentarios. Cuando el canto del guaco resonaba por más de tres veces, inmediatamente sentenciaba: “¡Ave María purísima!, ese pájaro de mal agüero trae mala seña”; y recordaba con tristeza cómo el pájaro avisó tres días antes la lamentable pérdida de Ramoncito, mi hermanito menor. Sentimos el rondar nocturno de La Llorona y El Ánima Sola por el patio de la casa con los lastimeros aullidos de los perros; cuando percibíamos su “¡Ave María purísima! entremezclados entre susurros con otros ruegos, nos enrollábamos con rapidez en la hamaca aunque el sofoco nos sancochara toda la noche. Nos comentaba que en esos momentos ni por un pienso se nos ocurriera mirar por las rendijas de las paredes hacia la oscuridad del patio. Las oscurantinas nocturnas siempre limitaron nuestras visitas al patio después de las ocho; no olvido las erizadas de piel cuando el mínimo bamboleo del matorral se transformaba en toda clase de visiones que cobraban vida en nuestra infantil imaginación.

En nuestro rancho de la Calle el Tubo también se entretejieron historias interesantes. En esos días sólo disponíamos de un bombillo para alumbrar su interior, así que el patio permanecía en completa penumbra cuando la vecina apagaba el suyo. Una que recuerdo en particular, era la del “aparecío” en el fondo del patio bajo el amparo de sombras nocturnas. Algunas veces se mostraba como una tenue luciérnaga que se movía en el mismo sector del patio; otras, era una difusa y fugaz silueta que surgía entre las sombras del patio vecino de la vieja Ramona, se paseaba por el nuestro y se esfumaba hacia el solar lindante de la calle Aurora. Mis recuerdos no registran el comienzo de su primera aparición, pero un sábado Papá lo visualizó bien entrada la noche en nuestro patio paseándose levantado una cuarta del terreno. Desde ese momento, con la tajante certificación de Papá, nadie dudó de su existencia y traspasar la puerta trasera del rancho requería de un acompañante con mucho valor; a partir de entonces, los baños al final del solar se tomaron antes de la caída del anochecer. Sus apariciones resistieron la presencia del señor Matías, único curioso del pueblo, conocedor de las herramientas apropiadas, y experto en aplicar oraciones y ritos para  desarticular los conjuros previos del difunto enterrador, dueño del tesoro,  y en diseñar estrategias para enfrentar tales desconocidas e imprevistas fuerzas etéreas; quién en compañía de Papá y mi cuñado Nerio, pasearon la “aguja” a las doce en punto de la noche del Viernes Santo por todo el patio en búsqueda del indiscutible entierro. A pesar de que encendieron la vela de la candelaria para alejar los malos espíritus saboteadores del acto, de haber rociado con abundante agua bendita para la protección de los presentes el lugar preciso señalado por el vaivén de la aguja, de trancar el entierro con cruces de palma bendita para impedir su desplazamiento, el boquete que abrieron en la tierra a punta de barretón y pala sólo mostró un pozo de agua en el fondo a la luz del pabilo bendito. Fue quizás la mala intensión de uno de los presentes o la incredulidad de otro sobre la trascendencia del acto; tal vez la aguja no contenía suficiente azogue o el “fuerte” de plata vertido en su interior no estaba bien amalgamado; a lo mejor fue el mismo temor de enfrentar fuerzas desconocidas. No encontraron nada, ni siquiera carbón que diera a pensar que el tesoro fue convertido en el negro vegetal por los malos pensamientos de alguno de ellos; quizás el difunto no quiso cederlo a ninguno de los buscadores y lo corrió a otro lugar de los patios. También pensaron que no esperaron el tiempo requerido o cavaron en sitio equivocado. Mientras tanto Papá culpaba a Nerio de su incredulidad, y de que no se habían cumplido con los tres responsos previos requeridos para el descanso del alma del difunto, o de que no se confesaron con antelación para emprender la búsqueda. Lo cierto que es que el apetecido entierro se esfumó, se volvió sal y agua, y sirvió para acentuar nuestros temores a la hora de salir al patio a realizar las acostumbradas necesidades.

          Otro caso que llamó nuestra atención cuando muchacho, fue lo sucedido al niño vecino. Con sólo seis años, Alberto se había convertido en uno de los carajitos más traviesos de la calle. Aquel vivaracho, catirito, barrigón y bellaco muchacho estaba sentenciado con que algo le sucedería por sus continuas travesuras. Una noche durante el juego de "Cuarenta matas" salió disparado del oscuro escondite elegido a final de la calle El Tubo, como "alma que lleva el diablo", y quedó tendido frente al rancho; su cabello dorado se le convirtió en cenizo y de su blanca carita se escabulló la sangre. Cuando reaccionó, sus ojos saltones señalaban hacia la oscurantina de donde lo correteó un inmenso perro negro de ojos enrojecidos que soltaba llamaradas por el hocico. Tal suceso acabó con el conteo de las cuarentas matas y demás juegos nocturnos, por un tiempo, en nuestra calle.

          Cada año nos sometían a las purgas para eliminar parásitos y lombrices con frascos de vermífugo colombiano mezclado con frescolita, para enmascarar su nauseabundo olor; otras veces nos daban sal de epson o aceite de ricino con jugo de naranja a las seis de la mañana. La flema en el pecho nos la combatían con manteca de gallina que Mamá preparaba de los gallinas gordas recién sacrificadas, y que conservaba en un frasco de vidrio. El asma me la aplacaba Papá con tres cucharadas del mejunje preparado y vertido en un coco seco, después de tres meses de entierro bajo tierra en las fincas donde laboraba, y con cataplasmas de vaporub en la espalda y el pecho durante todo el día y la noche. A mi hermana Ara le arreglaban su mal carácter con tres guamazos en las piernas con ramas de verbena verde. Las picadas de avispas y abejas las solventaban con un parche untado de caraña o chimó; la insistente tos nocturna con una embarrada de querosén en el pecho. Para el enrojecimiento e infección de los ojos, Papá se aplicaba dos gotas de limón puro en cada uno; Mamá acondicionaba su negra y hermosa cabellera con la pulpa de aguacates podridos untada por varias horas. Por supuesto, no faltó tampoco el infalible Mentol de caja rojiblanca para picaduras y afecciones respiratoria. La miel de abeja recolectada por Papá se consideraba una reliquia bajo resguardo, y era de vez en cuando que la saboreábamos con el mínimo malestar de garganta; para tales afecciones, también nos aplicaban tocamientos en la garganta con una gaza untada de azul de metileno para combatir su irritación.  Si no cedía, acudían al primer antibiótico existente en ese entonces para atacar las infecciones, en cuyo caso Mamá ponía a hervir durante quince minutos la inyectadora de vidrio con su respectiva aguja y nuestra hermana Conía no aplicaba la inyección de penicilina.

                           

Inyectadora de vidrio de Eliconida en su trabajo de enfermería en El Batey. Al fallecer, Mamá la hereda; Nerio Viejo es su actual depositario.

Mi Viejo, fogueado en labores campestres y profundamente compenetrado con su mundo mágico natural, dependía de las bondades terapéuticas del campo para solventar los quebrantos de salud de nuestra familia. Convencido de las propiedades curativas del árbol Indio Desnudo, preparó con lujo de detalles el ritual recomendado para una dolencia que me aquejaba cuando pequeño, una hernia testicular. A los cinco años me la trataron mediante un ritual. Papá hizo la respectiva solicitud al Indio Desnudo con una oración: “buenos días indio desnudo, con mucho respeto le pido un poco de su ropaje para curar una dolencia de mi hijo…”; acto seguido, colocó mi pie sobre el tronco del árbol, y con el cuchillo recortó parte de la corteza con la forma y tamaño de mi planta. La plantilla obtenida la colgó de un alambre sobre el fogón de leña para que secara con el humo y calor. Se creía que a medida que fuera encogiéndose la plantilla, ocurriría lo mismo con mi hernia. Así que, cada cierto tiempo revisaba mis testículos a medida que la plantilla se encogía. Parece que funcionó.

  
                  Funcionarios de Malariología de los años cincuenta.

En el monte, en las fincas surlaguense, cada vez que en la lejanía del camellón visualizábamos la silueta grisácea con casco plateado del inspector de Malariología sobre su fornida mula, sentíamos nudos en la garganta con sólo pensar como tragar la dosis de pastillas de quinina que nos correspondía ese mes, para la prevención del paludismo; aunque también nos animaba el exquisito caramelo con el cual nos premiaban posteriormente. Funcionarios que también se encargaban de rociar las viviendas con DDT para controlar el mosquito transmisor.


miércoles, 2 de marzo de 2022

 

Mukumbarí: 
El ascensor de la Sierra más largo y alto del Mundo 
(Primera parte)

Orlando B. Escalona T. 
Gregoria Cabral


Fig. 1 La majestuosidad de la sierra se retrata en esta postal.

Mukumbarí, “lugar donde duerme el Sol” en lengua originaria para designar a la majestuosa Sierra Nevada (figura 1), despierta hoy como el ingenio mecánico en su tipo, técnicamente más elaborado del planeta. Ya entró en funcionamiento el nuevo sistema teleférico que cada día nos acerca más a la cima de las altas cumbres andinas para contemplar de cerca las Cinco Águilas Blancas de Don Tulio Febres Cordero, que “vinieron del cielo estrellado en una época muy remota”, “…revolotearon por encima de las crestas desnudas de la cordillera, y se sentaron al fin, cada una sobre un risco, clavando sus garras en la viva roca; y se quedaron inmóviles, silenciosas, con las cabezas vueltas hacia el Norte, extendidas las gigantescas alas en actitud de remontarse nuevamente al firmamento azul”, originándose así cinco enormes masa de hielo, los picos: Bolívar, Humboldt, Bonpland, La Concha y El Toro.

    Totalmente reconstruido por el Gobierno Bolivariano. Desde la estación Barinitas a 1.578 m s.n.m (figura 2.a) en la ciudad de Mérida, Venezuela, inicia su recorrido hasta el Pico Espejo ubicado a 4.765 m s.n.m en el Parque Nacional Sierra Nevada de la Cordillera Andina. En sus modernos funiculares (cabinas) se asciende 3.188 m a lo largo del sistema de guayas de 12,5 km de longitud a la velocidad promedio de 9 m/s (32 km/h), haciendo escala en cuatro tramos con sus respectivas estaciones de trasbordo (La Montaña, La Aguada, Loma Redonda y Pico Espejo).

jueves, 27 de enero de 2022

Efecto balón

 

El efecto balón.

Enseñanza basada en señuelos

 


Los humanos, nos diferenciamos de las demás especies del planeta por la capacidad creativa de analizar, inventar, modificar y adaptar el entorno a nuestras necesidades inmediatas. Desde la aparición en la faz de la tierra, nos hemos caracterizado por elaborar todo tipos de productos, desde los más sencillos hasta los más sofisticados e inverosímiles, entre los que destacan los juguetes, presentes en todas las culturas del mundo desde tiempos primitivos, vitales para la socialización de la especie; los cuales, hasta han generado esquemas de comportamiento colectivos. Existen muchos juegos y juguetes tradicionales propios de cada cultura, pero también existen aquellos que se han convertidos en universales y que forman parte del acervo cultural mundial. Uno muy particular es la pelota -bola con propiedades elásticas que se usa para el entretenimiento-, que es y será el juguete infantil por excelencia. Su capacidad única de desplazarse, rodar y rebotar bajo la acción del campo gravitacional terrestre y el aire circundante, ha permitido la estructuración de innumerables juegos como los de béisbol, fútbol, tenis, pimpón, entre otros.

         La pelota se ha integrado por completo a la escuela como herramienta pedagógica en las clases de Educación Física. Por consiguiente, una cancha escolar sin balón de volibol, futbol o beisbol, es como una escuela sin maestros, una iglesia sin sacerdote o  una arepa "reina pepiada" sin pollo y aguacate. Ahora bien, basta lanzar al ruedo un objeto tan elemental como la pelota, para aglutinar niños, adolescentes y hasta adultos a su alrededor, para emprender el juego dentro de los cánones establecidos. La pelota genera magia en su ambiente, encantamiento en los jugadores y espectadores, y entusiasmo, compromiso y afición, en cualquier espacio-tiempo donde se lance, gire y rebote. La pelota es el señuelo pedagógico por antonomasia y como tal, ejerce su función en la cancha escolar. Basta seguir la acción de cualquier actividad pedagógica en la cancha para darse cuenta de su importancia como recurso didáctico que llama y mantiene la atención de los estudiantes, y establece vínculos pedagógicos profesor-alumnos en la hora de clase de educación física. 

         De manera semejante debería transcurrir la acción en el aula de clase o el laboratorio. El docente debe ingeniárselas a fin de enganchar a sus educandos desde el inicio de clase con una actividad señuelo tipo pelota, independientemente del contenido a impartir. En particular, en las clases de Ciencias Naturales, un arreglo experimental sólo demostrativo, o con la incorporación de las mediciones, hace de perfecto señuelo. Por definición, cualquier contenido del área de ciencias, involucra cambios, fenómenos, procesos, transformaciones; de modo que la experimentación debería ser carta de presentación imprescindible de inicio en cada clase. Por ejemplo, tratar de explicar la densidad de los materiales sin mostrar experimentos donde se visualice, que líquidos menos denso flotan sobre los de mayor densidad, que bajo la acción de la presión sobre la superficie de la botella de plástico el ludión flota o se hunde; o tratar de enseñar sumas de fracciones sin visualizarlas ni recurrir al concepto de un medio, un tercio, un sexto de torta, o de un medio, un cuarto de litro, etc., con los elementos que nos brindan los espacios cotidianos, es desperdiciar la mejor oportunidad que dispone el docente para amenizar la clase e ensimismar al grupo en el tema que trata y discute en el momento.  

         Sin embargo, otra estrategia didáctica mucho más elaborada consiste en presentar un experimento donde el conocimiento previo del estudiante le permita construir su propio modelo para explicar la fenomenología que presencia, realizar una segunda revisión bajo lo establecido por el docente según los conceptos, teoría y leyes estudiadas; y finalmente, mostrarle un experimento trucado con arreglos disimulados, que se  contraponga al primero y contradiga los preceptos científicos conocidos por el estudiante. Posteriormente, bajo la orientación motivadora del docente, el estudiante debe realizar la revisión de su modelo hasta lograr una explicación acertada de lo que ocurre en el experimento trucado.

         Así por ejemplo, tras la búsqueda del diseño de una estrategia didáctica para introducir el concepto de flotación de cuerpos en líquidos, se recurre a un  primer acto donde se les presenta al estudiante un cubito de hielo flotando en un vaso de agua y se le orienta a reconstruir su propio modelo previo con base a la acción de las fuerzas que actúan y la condición de equilibrio establecida, hasta llegar a la comparación de las densidades de los materiales como causa del hundimiento o flotación; por consiguiente será necesario recurrir al tema de los fluidos y al hecho histórico cuando Arquímedes acuñó su famoso "eureka" por las calles de Siracusa.  En el segundo acto, se presenta un segundo vaso de agua con un cubito de hielo hundido, más un tercer vaso de agua con otro cubito levitando en la mitad. La experiencia nos manifiesta que todo cubito de hielo flota en agua; sin embargo, en los vasos segundo y tercero se da lo contrario: se hunde o levita. A partir de aquí se procede a reconstruir el modelo original o a averiguar qué cambios se introdujo en el nuevo sistema (cubo con agua) a fin de lograr la situación observada, que aparentemente contradice lo observado en el primer experimento. Esta estrategia didáctica, conocida como Enseñanza Problémica o enseñanza basada en contradicciones, refuerza la primera estrategia basada en el experimento clásico como señuelo único para introducir el gusanito de la curiosidad en la búsqueda de la construcción de explicaciones de comportamientos de la Naturaleza. Según Guanche A. "La situación problémica se define como un estado de tensión intelectual que se produce en el alumno al enfrentarse con una contradicción del contenido de enseñanza que, para él, en ese momento, resulta inexplicable con los conocimientos que posee acerca del objeto de estudio. La situación la crea el maestro al revelar a los estudiantes la contradicción"

         Por otra parte, consideramos que, la ciencia se debe enseñar bajo un enfoque abierto, flexible, contextualizado, y con una perspectiva inter y transdisciplinaria, compatible con los requerimientos de una escuela productiva e interconectada con el trabajo comunitario. A los educandos se les debe dar una buena formación para que puedan aplicar los procesos y conocimientos científicos y tecnológicos conocidos, para lograr la comprensión y transformación de su entorno social. La tarea del docente es enseñar la ciencia y la tecnología bajo la perspectiva del descubrimiento continuo y supervisado, donde el estudiante aprenda haciendo, redescubriendo, descubriendo y proponiendo alternativas que le faciliten la adquisición de conocimiento científico más y más elaborado. El docente debe incentivar al estudiante para que se interese en recopilar el cúmulo de conocimiento popular (precientífico) presente en su entorno comunitario; para discutirlo, analizarlo, mejorarlo e incorporarlo de nuevo a su comunidad bajo el rigor del análisis científico, e incidir así, en la solución de los diversos problemas de su ambiente inmediato. Pero, sobre todo, se les debe recalcar del papel liberador de la ciencia en la sociedad, en cómo desmitificar y decodificar las creencias adscritas a la ciencia y a los científicos; y concientizarlos de las grandes desigualdades sociales que se generan producto del mal uso de la misma. Se les debe enfatizar que la ciencia no es un cuerpo terminado de principios y leyes, sino que, al contrario, es un proceso continuo de renovación y construcción de conocimiento para la interpretación de la realidad.

Enmarcado en esta manera de enseñar, la física y la química, como ciencias naturales juegan un papel preponderante en la escuela. La cotidianidad se encuentra repleta de procesos físicos y químicos; desde nuestro modo de caminar hasta la forma de escuchar, ver y sentir, tienen relación con estas ciencias. Los complejos tecnológicos de uso diario involucran en su haber muchos de sus procesos. Sin embargo, se requiere enseñar estas ramas del saber, no de forma descontextualizada, sino integrada a las otras ciencias. 

De esta forma podremos enseñar el método científico, mediante estrategias instruccionales lúdicas que permitan mantener la atención del estudiante en un contenido particular, que aprendan los principios, leyes y conceptos involucrados y desarrollen a su vez habilidades y destrezas que fortalezcan su ser.

domingo, 23 de enero de 2022

ESCUELA DE TALENTOS

 

Escuela para el Desarrollo Temprano

del

Talento Científico 

Orlando B. Escalona T.1, Gregoria Cabral 2

1 Centro Latinoamericano y del Caribe para la Investigación

y Enseñanza de la Ciencia (CELCIEC)-Universidad de Los Andes,

 2 U.E. Ezequiel Zamora


 

Presentación en PowerPoint


Resumen

Se analiza la situación actual de la enseñanza de las ciencias naturales en las instituciones educativas del país y la necesidad imperiosa de la creación de una institución que resuelva la falta de asistencia oportuna a niños, niñas y adolescentes con marcado talento por el conocimiento científico-tecnológico; a fin de generar a corto y mediano plazo, un cuerpo de científicos y tecnólogos comprometidos con la solución de los problemas que presenta el país en este campo.  Se describe la estructura de la “Escuela para el Desarrollo Temprano del Talento Científico” con los objetivos que esta cumple, con la intención de formar Talentos en temas científicos extracurriculares. Se menciona que, el presente programa educativo se fundamenta, desde el punto de vista sicológico, en la teoría de las inteligencias múltiples, y se sustenta, desde la visión pedagógica, en el método de enseñanza problémica mediante la presentación de elementos contradictorios, para el desarrollo de capacidades cognoscitivas en los talentos.

 Introducción

Es del dominio público que, tanto en nuestra ciudad de Mérida como en el país, existen desde hace muchos años ambientes alternativos a los existentes en los institutos educativos, donde se motiva y atiende el gusto por la música, el deporte, el arte y el teatro, entre otras actividades extracurriculares; con la finalidad de orientar y desarrollar habilidades e inclinaciones particulares que los padres y educadores han observado en niños, niñas y adolescentes en sus primeros años de vida. Por tal razón, y por otras de carácter pedagógico, el sistema educativo actual contempla la creación de los “Grupos de creación, recreación y producción (GCRP)” dentro del currículo escolar para atender estas necesidades directamente en los respectivos espacios educativos. Sin embargo, aunque se ha atendido minuciosamente ciertas preferencias individuales de los estudiantes, existe una habilidad a la que se le ha prestado poca o ninguna atención, como es el deseo por el conocimiento del tema científico y tecnológico.

En consecuencia, el presente programa surge por la necesidad de crear el espacio propicio que permita incentivar y reforzar las habilidades que muestran niños, niñas y adolescentes de quinto y sexto grado de educación primaria, y de primero y segundo año de educación básica, por el estudio de los fenómenos naturales con las leyes y teorías que los rigen, así como las entidades matemáticas y sus aplicaciones en el mundo real; fundamentado, en la ampliamente aceptada, Teoría de las Inteligencias Múltiples aplicada en docencia tal como lo propuso su creador, el neuropsicólogo de la universidad de Harvard, Howard Gardner (2001). La escogencia de la población de niños y adolescentes con edades comprendidas entre 10 y 13 años que conforman el grupo de trabajo, se fundamenta en lo establecido por Jean Piaget en relación al desarrollo cognitivo del ser humano en sus primeros años de vida.

En tal sentido, estudiantes del sector La Hechicera, fueron seleccionados por sus profesores y representantes para participar activamente una vez a la semana durante cuatro horas académicas en los espacios pedagógicos del Liceo Bolivariano Alberto Carnevali, parroquia Spinetti Dini del estado Mérida; así como en diversas instituciones que existen en la ciudad a saber, Centro de Investigaciones de Astronomía (Observatorio Llano del Hato, Biblioteca Infantil), Fundacite-Mérida (Infocentro), Universidad de Los Andes (Facultad de Ciencia, Jardín Botánico), Museo de Ciencias y Tecnología, entre otros.

Esta actividad pedagógica pretende, en un lapso de dos años consecutivos, atender las inquietudes cognitivas del grupo de estudiantes seleccionados a fin de reforzar y desarrollar, principalmente, la inteligencia lógico-matemática -la que tradicionalmente se asocia con el pensamiento científico, la ciencia y la tecnología- bajo la metodología del análisis de experiencias relacionadas con el quehacer científico-tecnológico mediante el trabajo colaborativo en el laboratorio, y la búsqueda consensuada mediante explicaciones basada en modelos semicuantitativos elaborados por el propio estudiante, con la precisa orientación de los profesores del programa.   

                Por este motivo, este proyecto pedagógico lo hemos denominado “Escuela para el Desarrollo Temprano del Talento Científico”, por constituir un ambiente pedagógico donde se incentiva el amor por el estudio de las ciencias naturales y la matemática, y desarrollan las capacidades cognitivas de niños y adolescente, en particular la inteligencia lógico-matemática.  

lunes, 17 de enero de 2022

Flojera e ignorancia

 

Nuestra supuesta flojera e ignorancia 

El Kerepakupai Merú

Sobre la siguiente afirmación de un connotado y conocido escritor:"Una de las cosas que está viviendo el país es la ignorancia y la flojera"; comento lo siguiente. Nos hemos acostumbrado a etiquetarnos de flojos e ignorantes y a divulgar que lo nuestro no sirve para nada. Recuerdo, por ejemplo, que no usaba aceite de motor VP porque el Shell o el Castrol eran los mejores; los cauchos nacionales no los compraba porque eran de mala calidad y se espichaban de nada. La opinión generalizada es que nuestra gasolina es pésima y daña los motores. Lo medicamentos genéricos es lo peor del mercado farmacéutico. La mejor ropa era la “mayamera” aunque la fabriquen en Colombia y desde ahí la exporten a USA; los zapatos fabricados aquí nunca los quise… Y así por el estilo.

    Me metieron el cuento por mucho tiempo, que los mejores productos alimenticios eran los de otras latitudes. Sin embargo, poco a poco se fue posicionando la industria Polar y se impusieron sólo aquellos que Mendoza fabricaba. La harina pan me hizo arrumar la máquina de moler maíz sancochao; que me olvidara de la arepa andina de harina de trigo, del plátano cocío y el asao, del ocumo, la yuca, la batata y el apio. El aceite vegetal me le quitó el sabroso gusto a la manteca derretida de mis fritangas. El arroz saborizado me le esfumó el sabor al arroz picao quemaíto que quedaba en el fondo de la paila que nos hacía mi mamá. Me cambiaron las dietas de mamá y la abuela. Me olvidé del fororo y la avena, y opté por el “cornfleic” en las mañanas. El aromático cacao del sur del lago lo reemplacé por el “todi” y el “nescao”. La “cocacola” destronó de mi sed el agua de coco verde y la aguita de panela con limón y hielo picao; el “nestí” también sustituyó al guarapo de panela caliente de mis cenas.  Aborrecí la chicha de arroz cuando probé los exquisitos batidos del “gran mol”. Entonces, me acostumbré a comer hamburguesas en tú sabes dónde, y dejé de extrañar la arepa de maíz pilao rellena con carne desmechada deshidratada a punta de sol. Y también cambié el maduro relleno de queso de año por un perro caliente del quiosco de la esquina. Y me volví indiferente frente a un casabe acompañando un sancocho de busco. Y el sabor de la cachapa empezó a saberme amargo porque el maíz de nuestras cosechas y que era malo y había que optar por el maíz transgénico. Las carabinas andinas envueltas en hojas de cambur quedaron para el recuerdo de “aquellos tiempos que no volverán”. Y las parrilladas nunca más las volví hacer en fogón de leña, porque para eso me compré tremenda parrilla eléctrica de alta potencia; adiós al fastidioso humo y la desagradable ceniza. Una navidad me dio por hacer hallacas en papel de aluminio; pero, eso, sí no lo soporté y retorné a la hoja de plátano; es lo único que no cambiaría.

    Dejé de visitar los quiscos a orilla de río de mi pueblo querido. La manamana me parece insípida y la fealdad del armadillo me le corta el supuesto buen sabor que le sentía. El armadillo en fogón de leña dejó de ser mi pescao preferido.  Menos que me como ahora un bocachico a la brasa envuelto en masa y hojas de plátano. El bagre rayao ya no lo quiero ver ni nadando. Prefiero meterme en el “gran mol”, y con la pureza del aire acondicionado, degustar un rollito de suchi en sus diversas presentaciones en el mejor restaurante asiático para gente como yo.

domingo, 5 de diciembre de 2021

La energía

 

La energía


La energía es una propiedad universal de las cosas concretas, según el físico y filósofo Mario Bunge; de la misma manera que tienen otras propiedades como la inercia y la carga eléctrica. La energía es un concepto científico o espiritual, dependiendo del punto de vista que se comparta. Sin embargo, sin importar la postura que se asuma, ambas se complementan y se sustentan; y la evolución de una ha dependido, en parte, de la intervención de la otra.

    Desde la visión científica, la energía reside en la esencia misma de las partículas elementales (sin estructura) que conforman al Universo. Tales partículas elementales tienen diversas propiedades; algunas tienen masa, carga eléctrica, carga de color y espín; mientras otras, sólo tienen energía; y la energía se puede transformar en masa y la masa se puede transformar en energía. Por ejemplo, la luz está formada por partículas energéticas sin masa, conocida como fotones; y los electrones y los protones de los átomos tiene masa y carga eléctrica. Además, la materia misma tiene su contraparte conocida como antimateria, que al reaccionar con la materia se transforman en energía.

    Pero la energía también reside en las configuraciones (estructuras) de la materia, es decir en los diversos arreglos que adoptan las partículas elementales (como los quarks y los electrones) para formar bloques más complicados de materia (como átomos y moléculas). Las moléculas se unen para formar estructuras aún más complicadas como las células, y las células se juntan para formar superestructuras como los tejidos orgánicos y las neuronas; por ejemplo, en los seres vivos. Así que, cada vez que se crea una estructura más y más complicada, mayor será la cantidad de energía requerida para construirla y mayor será la cantidad de energía que tendrá acumulada ese sistema (vivo o inanimado). Sin embargo, no basta la energía para conformar estructuras materiales, existe otra cosa conocida por los físicos como la entropía, que se encarga de organizar o “caotizar” todo; es la que decide cómo se deben aglomerar la materia para formar los objetos o cómo se deben desarreglar para desagruparlos. La energía y la entropía son algo así como el inversionista que pone el capital (energía), y el gerente (entropía) quien decide cómo administrarlo.

sábado, 20 de noviembre de 2021

Pregunta Escabrosa

 

Diosas y Encantos

    de la

   Sierra Nevada

   Caribay, Tibisay y Carubay

Orlando Escalona



Capítulo VIII

Pregunta escabrosa


 

L

os invitados llegaron temprano como estaba previsto. El papá de Emy ya tenía puesta la percha de rigor y procedió a recibirlos y darles la bienvenida. En esta ocasión se reunieron sólo las tres familias del trío de muchachas.

—¡Adelante!, mis apreciados amigos, tomen asiento donde les parezca más cómodo. Consideren que están en sus casas.

Como siempre, la torta se picó temprano por los niños pequeños, bajo un sonoro cumpleaños feliz entonado por la tía de Emy, miembro del coro universitario. Tres interpretaciones más a capela de música romántica vieja fueron suficientes para complacer al cumpleañero, antes de iniciar la conversación. Fue Vero, quién después de volver a felicitar al agasajado, inició la tertulia sin que nadie se lo pidiera:

      Señor papá de Emy, usted me va a disculpar, pero quiero aprovechar la ocasión para plantearle una inquietud que tengo desde hace días —al mismo tiempo que le lanzaba una mirada a Mave en búsqueda de aprobación y apoyo—. Necesito orientación sobre un tema un poco escabroso para algunos y quién mejor que usted para proporcionármela. Sé que no es el momento más propicio, pero es que quisiera aprovechar que estamos reunidas nosotras tres, —y con su derecha hizo el semicírculo de rigor para incluir a sus dos amigas en el petitorio.

—A ver mi querida Vero, en que te podemos ayudar, bueno… ¡si es que puedo! Recuerdo la pregunta que me hiciste el año pasado y aún tengo duda de que la repuesta que te di en aquel momento haya sido la más indicada.

Señor Papá, ¿quién me podría demostrar sí Dios existe? —fue la pregunta lanzada por Vero sin ninguna introducción previa.

—El año pasado me lanzaste una parecida. Aquel día me removiste el piso y ahora casi me das un nocaut —fue la respuesta del papá de Emy, al mismo tiempo que dejaba entrever una sonrisa de admiración—. Es una inquietud muy interesante, porque mientras la mayoría de tu edad aceptan de plano su existencia, tú le andas buscando “la quinta pata al gato”. Te cuento que, desde ese mismo día ando en búsqueda de un matemático que me demuestre su existencia. De todos los profesionales que conozco, él es el único que podría, no confío en nadie más. Él sabe contar. Y su lógica simbólica lo capacita para hacerlo. Ha descifrado la esencia de los números y me ha contado su infinitud. Sabe dónde merodea el cero y el infinito. Lo busco racional para que me lo ubique entre los números irracionales, aunque sea de penúltimo o de último, del lado izquierdo de la recta o a la derecha. De pronto lo consigue al final de la hilera de dígitos de pi, pero que me lo demuestre con sus axiomas irrefutables. Busco un matemático porque su matemática es infalible frente a preguntas de alta carga conceptual. No me interesa la opinión del teólogo o la del filósofo, menos la del rabino, ni que hablar de algún papa. Es al matemático a quien necesito porque él prescinde de los experimentos, le bastaría con su excelsa psiquis para alcanzar la verdad; no tendría que sostener su búsqueda en incertezas innecesarias. No quiero uno que juegue a los dados porque los podría cargar a su convenir, aunque maneje la curva de Gauss a la perfección. Quiero uno que no crea en su existencia para no contaminar el primer axioma. Si pertenece a su conjunto, el investigado va salir favorecido, e ipso facto expresará: ¡He probado su existencia! Busco un matemático que con la función áurea haya dibujado parte de su propio mundo; aquel que crea fehacientemente en Pitágoras, que no trabaje con conjeturas abiertas, que invente sus propios axiomas y demuestre su existencia irrefutable. Que no deje rendijas entreabiertas. Ando en búsqueda de él, el matemático, no me queda mucho tiempo; de aquel que ayudó a Einstein a torcer el espacio, del que informó a Hawking del agujero de gusano, de aquel otro que participó de los mundos paralelos, en las multicuerdas microscópicas… Busco al que me dijo que: uno más uno no es siempre dos, que depende. Quiero uno que sea exacto, que no saque su moneda de dos caras, uno que ande sin ambigüedades; no uno que me diga dios existe porque lo vi en la sonrisa de aquel niño, en la mirada de la Mona Lisa, en el vuelo de la chupita, en el ocaso de la tarde o en la triada de Orión; en las ecuaciones de Maxwell o en los principios relativistas. Quiero uno que camine con su lógica en búsqueda de la verdad verdadera.

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